El duelo es la reacción emocional ante la pérdida de alguien o algo importante para nosotros; es universal, y en algún momento de la vida lo enfrentan los seres humanos. La actitud de las sociedades ante la muerte y la pérdida de los seres queridos es uno de los elementos claves del desarrollo de las manifestaciones culturales y el arte. Por tal motivo, la muerte y las reacciones en torno a ésta conlleva aspectos ritualizados.
El grupo de personas que despiden al difunto y acompañan a sus seres más cercanos, además de cumplir una función de apoyo, ayudan a la expresión de la persona, a la evocación de recuerdos, recapitulación, idealización o reconciliación con el fallecido.
Tras la muerte de un ser querido hay una alteración de la percepción y relación con el mundo externo que tiene que ver con la pérdida; hay un cambio en la convivencia compartida y con los objetos del muerto que va modificándose con el tiempo a través de diferentes etapas.
De acuerdo con W. Worden la elaboración del duelo supone cuatro tareas fundamentales:
1. Aceptar la realidad de la pérdida.
2. Trabajar las emociones y el dolor consiguiente.
3. Adaptarse a un medio en el que ya no está el fallecido .
4. Encontrar un lugar emocional para el que ya no está y continuar viviendo.
Son múltiples los síntomas que se presentan en un duelo, pero no siempre están bien delimitados ni reconocidos. Entre ellos la negación o marcada dificultad para aceptar la pérdida, fuertes sentimientos de culpa, rabia, abandono, excesiva prolongación en el tiempo, alteración o detención del curso biográfico, cambios emocionales bruscos o aparición de diversos cuadros patológicos, con sintomatología de tipo depresivo, ansioso, somático, trastornos de conducta, dependencias e incluso síntomas psicóticos.
Los estudios de J. Bowlby, sobre la teoría del apego o facultad para establecer relaciones de amor, hacen referencia a la influencia del apego en la capacidad de responder a situaciones estresantes, y elaboración de las pérdidas. También, en la resolución del duelo influyen de manera negativa la acumulación de factores de estrés o situaciones de crisis.
Fuente: Gamo, M.E., Álamo, J.C., Hernangómez, C.L., García, L.A. (2000). Problemática clínica del duelo en la asistencia en salud mental. Psiquiatría Pública en la red.
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