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No te rindas ni te aferres demasiado tiempo

Normalmente anticiparnos a la Navidad nos genera un estado de expectación positiva. Sin embargo, diferentes vivencias como son las pérdidas significativas, nos hace realizar una asociación negativa que genera mucha tensión porque a nuestra mente llegan decenas de pensamientos negativos y dolorosos. Es lo que en Psicología se conoce como “ansiedad anticipatoria”.

 

Cuando has perdido a una persona amada, la cercanía de la Navidad genera ansiedad a la mayoría de las personas. Sin embargo, es importante tener presente que a las personas cercanas que han muerto las recordamos en diferentes fechas durante todo el año y experimentamos momentos de tristeza o añoranza, sobre todo si el evento ocurrió hace poco tiempo. Por lo tanto, no tendría porque aumentar el dolor en éstas festividades, pero para muchos sucede así. Lo curioso es que prácticamente cualquier evento futuro está acompañado por esta ansiedad. Esto sucede porque nuestro cerebro va más allá y anticipa posibles calamidades y problemas que pueden surgir en el camino. Sopesar los pros y contras de las situaciones, es normal y forma parte del proceso cognitivo. Pero cuando esta forma de pensar se convierte en un hábito, entonces tenemos un problema. Por eso es importante aprender a afrontar la primera vez de cada fecha importante.

 

La vida al igual que el duelo no es una carrera de velocidad sino de resistencia. Para llegar más lejos y en mejor forma es necesario aprender a mantener el equilibrio, saber cuando es necesario apretar el paso y cuando ir más despacio y detenerse para recuperar fuerzas. Aún así mantener ese sutil equilibrio es difícil, ya que la misma sociedad nos empuja a dejarnos llevar por las emociones o, a olvidar todo y podemos caer en los extremos, lo que resulta contraproducente.  Para sobrevivir a estas fechas puedes realizar diferentes rituales de acuerdo a las características de tu familia, para recordar  de manera simbólica a la persona que ya no está. Recuerda que el duelo es un proceso personal y cada quien lo lleva de diferente manera.

Fuente: Delgado, S.J. (2016).

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